Blog

A propósito de la exposición de Fermín Alvira «Campos de resiliencia»

      Conocer a Fermín Alvira 

     Todas las actividades de Patrimonio para jóvenes, que parecen tan fluídas e informales, no son nunca casuales, y mucho menos, improvisadas. Esta es un buen ejemplo del tiempo que lleva la preparación de un evento. El año pasado por estas fechas me presentaban al artista Fermín Alvira 

Había oído hablar de él pero sin la ocasión de conocerle. Así y a propósito de la exposición que preparaba para el entonces lejano invierno del curso 22/23, pudimos tener un encuentro. Como las personas sabias, rezuma sencillez y serenidad. Realmente me daba cierto apuro lanzarle una propuesta en un trabajo conjunto con uno de nuestros jóvenes artistas, el diseñador Tasio Ranz Velasco. No porque yo o el equipo de la dirección de Patrimonio para jóvenes desconfiemos de Tasio. Era Fermín quien podía tener sus dudas ante una entidad desconocida para él.

 

Fermín preparaba una exposición en la que aprovechaba, experimentaba con materiales y restos de obras . Como Tasio en su TFG trabajó tanto sobre la idea de «apaño» y reutilización, me pareció oportuno ponerles en contacto. Y dejar que entre ellos fluyera lo que quisieran hacer.

   Manos a la obra 

Fermín explicó  brevemente la exposición a los niños y luego junto a Tasio y todo el grupo elaboraron una  cabaña, en lo que Tasio llamó «un bosque de resiliencia». Una creación conjunta de un refugio a partir de mimbres y con alambres, cuerdas y tijeras. También restos de lienzos de obra de Fermín. 

Hacía frío y yo tenía mis dudas sobre el aguante de los niños en el patio, pero se lo pasaron en grande.

El material era muy apropiado para ellos y con las explicaciones de los artistas todos construyeron la cabaña.

      Preparados, listos ¡Ya! 

Todos atendieron de maravilla las explicaciones previas para construir la cabaña. Aquí os traigo una foto de ese comienzo con Berta Guindano, nuestra secretaria que presentó el evento y Tasio Ranz que ya estaba todo ilusionado en empezar a crear con los niños. 

 

Poco a poco la cabaña iba tomando forma. En algún momento ante la mirada de Fermín y Tasio pero casi todo el tiempo con ellos trabajando con el público.

Las caritas de concentración y de entusiasmo eran un regalo para nosotros. Tener una buena experiencia en un museo es esencial para querer volver, para querer aprender a mirar, contemplar, pensar, escuchar y disfrutar.

 

Como una imagen vale mas que mil palabras, aquí os dejo algunas de las fotos que hizo Josu De Pablo

Ahora vais a ver el resultado final de la construcción. Por unos días se ha quedado expuesta en el patio del Museo Gustavo de Maeztu pero no sabemos cuanto tiempo soportará el frío y las heladas.

Eso sí , pese al frío que también hizo ese día, el calor humano y la simpatía no faltaron.

Al final nos hicimos una foto todos juntos.

Gracias Tasio por haber venido desde Madrid para atender este taller.

Y gracias al Museo Gustavo de Maeztu que nos recibe siempre con tanto cariño y del que guardamos tan buenos recuerdos ¿os acordáis?

Pintarse los ojos 

Un museo que llega al corazón

Al día siguiente, el domingo 19 Tasio presentó en un salón de museo la investigación de su TFG en el que no solo presenta su producto, «la silla ráiz» sino que llega a ella a través de una investigación etnográfica y sociológica de gran interés. Os dejamos por aquí el enlace a una breve entrevista que le hicieron en Radio Nacional de España cuando todavía era estudiante . Podéis escucharla aquí 

Esperamos veros en las próximas actividades de la asociación y estamos abiertos a vuestras propuestas.

Seguimos adelante ya metidos de lleno en el segundo trimestre del curso 22/23.

 

You Might Also Like

Sin comentarios

Escribir un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.