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El císter en Francia

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En la abadía de Sénanque

David Rodríguez a la Abadía de Sénanque

La idea de enviar a David a Notre Dame de Senanque vino por cierta cercanía entre su lugar de trabajo actual y este monasterio. Hoy en día, tres horas no se puede considerar una distancia excesivamente grande. David, desde que era colegial, ha sido un asiduo participante en las actividades de Patrimonio para jóvenes. Nunca ha perdido el contacto con la asociación pese a estar un año de su bachillerato fuera de España, los avatares de la carrera, con Erasmus incluido en Finlandia, y ahora mismo su trabajo en la ciudad francesa de Antibes. Aquí va algún recuerdo de su participación con nosotros

Hay dos momentos especiales en los que David se ha implicado más con Patrimonio para jóvenes. Uno fue en el verano del 2020. Un año especial con muchas dificultades, un verano en el que trabajamos en medio de las circunstancias de la Covid19 y tratamos de llevar algo de alegría al pueblo de Javier. David fue uno de los voluntarios en la preparación y ejecución de las Jornadas Europeas de Patrimonio.

 

Este pasado verano también participó en el voluntariado en el Monasterio Cisterciense de San Pedro de Cardeña en la provincia de Burgos. Tan grata le resultó la experiencia, que no dudó cuando le planteamos visitar la abadía francesa de Senánque. Aquí queda la entrada del recuerdo en San Pedro de Cardeña, la foto de inicio es la del propio David. Nadie dudará de su alegría

Una salida en marzo

En el primer fin de semana de marzo, se puso en camino. En un mensaje de WhatsApp avisaba;  en media hora llego. Y ya no volvimos a saber de él hasta un día después. Mientras paseaba por un camino a un pueblo cercano hizo su primera crónica y aquí va una transcripción de lo que contó.

 

Esto es una experiencia preciosa, explicaba. El monasterio es pequeño pero muy bonito.

A unos dos kilómetros, en el pueblo de Gordes, se ve la indicación a la abadía de Senanque, una vez allí no hay cobertura. Nada. En la zona baja de un valle, nada distrae, todo acompaña al “ora et labora” La localización favorece  ese aislamiento  del mundo y muy en especial del mundo digital, y todo ayuda a recogerse. Hay además caminos alrededor del monasterio desde donde se le puede ver en diferentes perspectivas.

David Pudo hacer una visita guiada al monasterio ofrecida especialmente para las personas alojadas en la hospedería. Se ofrecen dos tipos de vistas; una con un guía personal  y otras con audioguía. Ambas gratuitas para los huéspedes. Pese a la gente, se cuida el ambiente de silencio y eso se agradece. El silencio. Qué importante es tenerlo de vez en cuando, y cómo huimos del silencio, sobre todo del que interpela nuestro interior, nuestro ser, nuestra conciencia.

Pese a lo apartado del lugar, éramos un buen grupo, estábamos 12 en la hospedería y también se veía llegar a turistas en coche, continúa David.  En este sentido, detectaba algo así como un interés vivo por el lugar, por este patrimonio.

Las oraciones las hacen juntos los monjes con las personas de la hospedería. Se realizan en una capilla de la antigua abadía a la que se accede desde la parte nueva y desde la hospedería. Los rezos de las horas son en francés salvo la Salve que se canta en latín al término de Completas.

La hospedería se divide en zonas, una planta para varones y otra para mujeres. Los suelos de madera, las escaleras que si o sí hay que utilizar… las habitaciones cuentan con calefacción y un lavabo antiguo. Las duchas y váteres son comunitarios y cada cual debe llevarse sus sábanas. Detalles que nos hacen valorar, una vez más, el alto nivel de las hospederías en España. Son austeras, cuentas con lo imprescindible, pero cada habitación tiene su propio baño con la ducha incluida, cosa que se agradece mucho.

Senanque es de los monasterios franceses que quedan habitados por una comunidad. Una comunidad pequeña, de cinco monjes, pero ahí están como testimonio del Císter en la Provenza. Sobre el hecho de una comunidad tan pequeña, David nos cuenta que pudo charlar con la secretaria sobre ello y al parecer (no sabe bien si esto era una mera percepción de su interlocutora) no era fácil la llegada de novicios jóvenes porque suponía un choque generacional muy grande y un problema para la convivencia.

A diferencia de San Pedro de Cardeña, en donde David debido también en parte al voluntariado, pudo tratar en el día a día con los monjes, en Senánque toda la gestión la lleva personal externo. Recepción en la hospedería, cocina , las visitas guiadas por la abadía, la tienda…

La tienda, ¡ay la tienda, donde se acordó del licor de Tizona burgalés! tiene sobre todo miel y lavanda. Esa lavanda que se cultiva en los propios campos del entorno del monasterio y que sin duda ofrecerá un espectáculo único cuando esté en flor. Como David no estaba en el momento de la lavanda crecida, aquí va una fotografía de la propia web de Sénanque

Y para poner en relación a los monasterios, recuperamos otra imagen en San Pedro de Cardeña, recogiendo la melisa que sirve para la elaboración del licor.

Recogiendo hierbas para la elaboración del licor Tizona

 

Si algo le llamó la atención a David, fue la dimensión de la tienda. Tenía como referencia la burgalesa de San Pedro de Cardeña y aquí encontró otro concepto. La fotografía de la tienda es también de la web de Sénanque

Existe  también la posibilidad de compra on line . Sugiero visitar esta web porque ofrece información bien interesante y tiene información práctica de cara a una posible visita.Los beneficios de la tienda van en primer a cubrir los puestos de los trabajadores y si hay excedente, es para el mantenimiento del monasterio.

 

Agradecer a David su disponibilidad y toda la información que nos ha dado. Qué importante es no olvidar este patrimonio cultural, conocer las comunidades, entender su razón de ser y su vivir. Y cómo lo está disfutando el equipo que tenemos en danza con este asunto. Iremos contando. Feliz mes de marzo, ya se acerca la Pascual y otra vez entraremos en la recta final del curso.