La sombra de Navarra es alargada
Esta es una historia larga de contar, así que trataré de resumirla. Lo que no quiero resumir, o comprimir, es lo apasionante y divertido que ha sido todo lo que precede a esta entrada. Allá por el mes de Enero visitamos Vitoria. En concreto su catedral nueva y el Museo de Bellas Artes
Aquellal visita fue memorable, una divertidísima y fria mañana de Navidad. Además descubirmos a los arquitectos Apraiz y Luque y a un navarro que tuvo una importancia decisiva en su obra : José Cadena Eleta. Fue entonces cuando propusimos la idea de que alguien se dedicara a investigar mas a fondo sobre Cadena Eleta y Julián Apráiz. La obra de Apraiz queda cerca del entorno de Navarra así que eso facilitaba los viajes. Marta Aparicio y María Odériz fueron quienes recogieron el guante. Y ahí están en la foto principal. Estas otras imágenes recuerdan aquella mañana. Ese museo fue primero residencia de los Augustin – Zulueta y el edificio construído por los arquitectos de los que hablamos.
Para empezar con orden, Pitillas (Navarra)
Si había que trabajar sobre Julián Apráiz, nada mejor que comenzar en el pueblo natal de quien fuera su mentor Cadena Eleta. Así que había que visitar Pitillas . Esa visita ocupó la última entrada de este blog el pasado curso. En Pitillas, nos acercamos a la figura de este ilustre navarro
Pitillas conserva un interesante archivo parroquial, así como un terno que en su momento se lo regalaron a Monseñor Eleta y él lo donó a su pueblo natal. Sagrario Anaut se encarga de ese pequeño e interesantísmo archivo/museo pitillés.
Cadena Eleta fue quien propuso la construcción de una nueva catedral en Vitoria y el concurso del proyecto lo ganaron Julián Apráiz y Javier Luque. Entre el proyecto original y lo que por fin se hizo, hay notables diferencias. Hay un artículo sobre ese asunto aquí
En Pitillas, también hay una casa construída por Apráiz y Luque. Es esta que veis aquí
Debajo, tenemos a Marta en un momento de la exposición de su trabajo. Precisamente está hablando de esta casa de Pitillas.
Un lugar muy distino. Nos vamos a La Rioja Alavesa…
Esto que hoy es parte del Instituto de Enseñanza Secundaria de Laguardia en su día fue el Hospital de San Raimundo y es también obra de Apráiz.Un edificio de una gran sobriedad y rodeado de un extraordinario paisaje. Una pena que las reformas interiores no permitan imaginarnos para nada cómo fue aquel hospital.
Aquí estamos – de izquierda a derecha- Elena Lucía Radu, yo, María y Marta en la que fuera entrada principal del Hospital. Sobre este lugar , Marta y María leyeron varios artículos de prensa de la época. Este es uno muy curioso (leer aquí )
En la exposición oral sobre este viaje, fue María Odériz quien habló sobre Laguardia. Animó a todos a visitarlo porque es una maravilla de pueblo.
A lugares tan espectaculares como este pórtico de Santa María de los Reyes les llamamos » El universo visual de Julián Apráiz». Es decir, obras góticas que conoce personalmente y que por tanto tiene en cuenta en su neogótico.
Julián Apráiz y Bilbao
El Banco de España de Bilbao, en plena Gran Vía, es un magnífico edificio de Apráiz. Una obra de la que se debió sentir muy orgulloso porque dejó su firma bien patente.
Sobre Bilbao, es importante resaltar la amabilidad de tanta gente que nos facilitó la visita. Primero la Constructora de Portugalete Obra Insignia que nos ayudó a hacer posible el viaje a Bilbao.
En el Banco, la simpatía de todos fue grande. Primero del director, al que tuve que avisar de nuestra visita. Cuando llegamos nos atendió Ascensión con todo cariño. Facilitó la documentación histórica a Marta y a María y juntas pudimos asombrarnos no solo con el exterior sino con la magnífica vidriera de la cúpula. Una vidriera firmada por Maumejean. Esa firma pudimos verla en las vidrieras del museo de bellas artes de Álava y en el palacio arzobispal de Burgos
No podía faltar Burgos
Si tuvimos extraordinaria atención en Bilbao, otro tanto sucedió en Burgos. El Archivo municipal fue un punto importante para acceder a artículos de la época en la que Julián Apráiz afrontó junto a otros arquitectos el asunto de la restauración de las agujas de la Catedral de Burgos.
Marta Aparicio se ocupó de estudiar el derribo del antiguo palacio arzobispal y la construcción del nuevo, asunto en el que otra vez encontramos juntos a Cadena Eleta y a Apráiz . Mas imágenes aquí
En el nuevo, además de observar el exterior del edifico, nos fijamos en su impresionante escalera interior,muy parecida en forma a la que vimos en Vitoria, y donde encontramos una preciosa vidriera.
Esta visita supuso una mirada a Burgos desde otro punto de vista, y desde, luego, comprobar que es una ciudad impresionante. No se acaba nunca de descubrirla. Esta es la huella de Apráiz en Burgos y su amigo Cadena Eleta, el ilustre navarro, está enterrado en la Capilla del Santo Cristo de la Catedral de esta ciudad.
Como siempre ocurre con estas actividades, acabamos haciendo nuevas amistades. Aquí están Marta Aparcio y María Odériz con Iñaki y Mikel Apráiz, nieto y biznieto del arquitecto alavés.
Fue muy agradable el rato en el estudio de Mikel en Vitoria y María les recordó en la exposición de su trabajo
El día de la presentación
Tras los meses de viajes y lecturas sobre Julián Apráiz y Cadena Eleta, llegó el momento de recopilar, pensar, asimilar, resumir y presentar de una manera simpática y atractiva. Marta y María hicieron una exposición preciosa, muy amena. Y lo hicieron en el fantástico marco del Palacio de Los Mencos de Tafalla
Nos reunimos gente de todas las edades para escuchar a Marta y a María. La tarde fue deliciosa. Quiero dar las gracias a la Fundación Mencos por recibirnos tan amablemente en su casa. Fue un broche de oro a estos meses de trabajo de estas socias de patrimonio para jóvenes. Personalmente sentí pena y alegría a la vez. Alegría al ver y escuchar la preciosidad que presentaron y el buen ambiente que hubo en la presentación. Pena por la nostalgia de unos días y de unos viajes en los que no solo aprendimos sobre Julián Apráiz , la arquitectura historicista y las ciudades de principios del siglo XX. Fueron unos días de una preciosa convivencia.
Nuestra reunión en Tafalla terminó con una agradable merienda y conversación. Surgieron nuevos planes, nuevas ideas, y , sobre todo, nos lo pasamos en grande.