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José Luis Martínez Arce fotógrafo

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MONASTERIOS. UN CAMINO VITAL.

Cartel diseñado por Pilar Ortuño del Fraile

 

En mayo del 2020, durante el confinamiento, José Luis Martínez Arce termina su Grado de Audiovisuales y presenta su TFG on line, como tantos otros estudiantes. Se gradíua así en uno de los momentos de mayor crisis social y sanitaria a nivel universal a causa de la Covid19.

Avanza el año sin trabajo – y lo que es peor- sin muchas expectativas de encontrarlo.

A propósito de un evento en Madrid, la presentación del documental Ab Aquis, José Luis conecta con Patrimonio para jóvenes. Surge la oportunidad de un viaje, un reportaje por distintos monasterios de España. Muchos habitados, algunos no. Ese viaje traerá sorpresas, reflexiones, algunas de ellas reflejadas en este blog , Ver por ejemplo aquí 

Recogiendo hierbas para la elaboración del licor Tizona

Ese viaje traerá sopresas. Conversaciones, paisajes, estancias… El viaje se convierte así en un viaje interior, en un Camino Vital que ahora José Luis nos narra y abre un debate sobre el pasado, presente y futuro, sobre todo futuro, de estos lugares. En El Monasterio de San Pedro de Cardeña, el sábado 16 de septiembre a las 16.30 . Si nos quieres acompañar escríbenos para que te mandemos el formulario de inscripción. asociacion@patrimonioparajovenes.com

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La alegría de servir. Días de voluntariado en San Pedro de Cardeña

        Las jornadas de voluntariado

Voluntarios con el P. Abad en San Pedro de Cardeña

Las actividades de voluntariado son siempre una experiencia preciosa. En Patrimonio para jóvenes hemos organizado algunas y aquí va un breve resumen.  Nos echamos a andar con “Una aventura en el mudéjar” una semana de voluntariado en Maluenda (Zaragoza) tan intensa como divertida. Hoy, los participantes recuerdan aquellos días con cariño.

En los años 18 19 y 20, un buen grupo de asociados participaron como voluntarios en la organización de la Jornadas Europeas de Patrimonio, en la Cendea de Cizur, en Urraúl Alto y en Javier. Todas ellas localidades de Navarra.

Ya tocaba ir a Castilla y León.

Vista exterior de San pedro de Cardeña

       Los monasterios y San Pedro de Cardeña

En el año 21 echamos a andar el proyecto “Monasterios pasado, presente y futuro” . El recorrido de una de nuestras becarias por distintos monasterios a lo largo del verano se exponía en septiembre con las consideraciones de cada una sobre su experiencia. Así Lucía Ruiz Ullate visitó entre otros, Oseira, Tulebras, Veruela, Clarisas de Arizkun y el Monasterio de la Oliva.

Lucía Ruiz llegando al Monasterio de la Oliva

Ana Zabalegui tuvo oportunidad de conocer Las Huelgas, Las clarisas de Castil de Lences, La Cartuja de Miraflores, San Pedro de Cardeña, Santa María de Rioseco, y el monasterio de San Juan, hoy centro cultural en Burgos.

En ambos, casos, conocían monasterios que mantienen sus funciones originales con las comunidades que los habitan, y monasterios que hoy tienen otros usos.

El objetivo de este proyecto es ayudar a comprender el valor y el sentido de estos edificios. Solo conociéndolos y comprendiendo su razón de ser, los futuros profesionales en distintas áreas podrán participar en sus restauraciones, campañas de difusión etc, de manera coherente y oportuna.

Grupo de voluntarios en su vistia a La Cartuja de Miraflores

En cualquier caso, desde la directiva de la asociación pensamos que sería muy apropiado organizar una experiencia colectiva. Si los viajes individuales llevan a una reflexión personal, la participación en grupo supone aportar desde la riqueza personal de cada cual.

¿Qué mejor para comprender un monasterio que vivir y trabajar dentro?

Voluntarios en San Pedro de Cardeña en una jornada de limpieza

Berta Guindano primero y luego yo misma nos pusimos en contacto con la comunidad Cisterciense de San Pedro de Cardeña. Les presentamos nuestra asociación, quiénes somos, qué hacemos, y por qué y para qué.

San Pedro de Cardeña. Iglesia

Proponíamos una semana de estancia de un pequeño grupo de voluntarios ayudando en las tareas de huerta, limpieza, hospedería, acompañamiento a los monjes ancianos y en fin todo lo que pudiera ser necesario. A la vez aprenderían sobre la historia del monasterio, la música, la Lectio Divina, y podrían preguntar en grupo o de forma individual sobre cualquier duda.

Recogiendo hierbas para la elaboración del licor Tizona

No hay palabras para definir lo que han sido estos días entre los monjes de San Pedro de Cardeña. Qué alegría, cuanto trabajo, cuantas conversaciones, risas, ratos de oración y de paseos.

Y todos compartían una sorpresa; lo rápido que se pasa el día en un monasterio. La cantidad de cosas que hay que hacer y lo bien organizado que está el tiempo para que el día cunda. Y todos coincidían en estas sensaciones a pesar de tener unos perfiles y edades distintos. Clara Ruiz Ullate y Paula Calvo son estudiantes del último año de Medicina, María Odériz a punto de empezar un master de Políticas Culturales en París, David Rodríguez trabaja como ingeniero informático , Pablo Beorlegui y Miguel Arguibide acaban de graduarse en Comunicación Audiovisual, Carlos Odériz Sánchez era el benjamín del grupo, empezará su segundo año de la carrera de Psicología y José Luis Martínez Arce, el mayor de todos, es graduado en Comunicación Audiovisual y se encargó de hacer las fotos que estáis viendo aquí

En el claustro con el hermano hospedero

Una preciosidad. Hasta la noche que hablaban con sus familias y amigos, se olvidaban del móvil. Convivían, compartían ideas, disfrutaban y trabajaban como locos.

Con Juanjo trasladando un contenedor

Paula y Clara

Recuerdo que cuando lanzamos la propuesta de estos días de voluntariado recibí un mensaje sincero y claro de uno de los chicos: «Ya te diré. Me da mucha pereza pero soy consciente de que me vendría muy bien ir». Casualidades de la vida, cuando recibí esta notificación  estaba reunida con el maestro de novicios, P. José Luis Galiana pinchando sobre su nombre podéis ver y escuchar una entrevista en Youtube de hace algunos años. Con aquella declaración tan leal, sin postureos, la suerte estaba echada, sabía que vendría y así lo decidió por fin el autor de aquel mensaje.

Descanso al final de las tareas

Voluntarios limpiando cristales

Gracias a todos por haber participado y gracias a la comunidad de Cardeña por haber confiado en Patrimonio para jóvenes y recibirnos en su casa.

Hora del café

Gracias también a JL. Arce por el reportaje fotográfico que nos dejan el recuerdo perdurable de aquella semana de junio.

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Dominus illuminatio mea et salus mea, quem timebo?

 Audacia

La audacia como atrevimiento sano. Ser intrépidos sin ser imprudentes. ¡Qué necesidad tenemos de serlo y de encontrar personas que lo sean! A menudo nuestro mayor límite son nuestros miedos personales. En los años que llevo al frente de Patrimonio para jóvenes, he encontrado gente buena, mucha. Pero que pocas veces he encontrado gente valiente, atrevida, personas dispuestas a hacer algo contracorriente. A acudir a un lugar » sin mis amigos» , sin mi grupo que me proteja de lo desconocido. Quien se atreve y asume el riesgo obtiene también la recompensa. José Luis se atrevió a asumir el reto del trabajo sobre los monasterios y ya ahora, todavía a mitad del proyecto, ya es mucho lo que recibe a cambio. Abro esta entrada con una foto de su maleta en su habitación. Un símbolo de emprender un viaje. Y he querido que el título de la entrada fuera parte del Salmo 26 ,   «El Señor es mi luz y mi salvación ¿a quién temeré? » Un canto al atrevimiento. 

Una habitación, como siempre sencilla en un entorno que parece un pedazo de cielo en la tierra. Y silencio. Ese silencio que es tan necesario, que nos enfrenta a nosotros mismos y del que huímos. ¿Qué se encontró José Luis en el Monasterio de Leyre?  

     Una comunidad viva

Tres veces, tres. No una sino tres veces ha estado José Luis en comunidades benedictinas. Su primera toma de contacto fue a finales del pasado año en Los Caídos. Siguió El Paular 

Dos veces en la provincia de Madrid , la llegada a Leyre ha sido su primera toma de contacto con Navarra, no conocía la Comunidad Foral. Pero si era nuevo por tierras navarras, ya no lo era en una hospedería. Había vivido más veces el silencio, las horas litúrgicas, y la conversación serena y amable con los monjes. Puede que precisamente por ser esta la tercera vez, ya estaba como pez en el agua. Acompañaron  también el tiempo y la luz que le dieron juego a magníficas fotos . Una vez más conoció a gente de su edad.

 

Lo pasó especialmente bien porque según me dijo, la comunidad iba viendo sus fotos a medida que las hacía. También charlaron en el monasterio sobre nuestro proyecto dentro de Patrimonio para jóvenes en torno a  los monasterios.

 Un entorno de película 

Una de las condiciones que ponemos en nuestros proyectos es lo que se dice, » cocinar a fuego lento». Hacer los viajes de forma pausada, sin aglomeraciones de gente, en tiempos en los que el turismo no desfigura el entorno. Un ejemplo reciente de esto fue el trabajo el pasado año en la tierra de pinares soriana con el documental Ab Aquis. Si alguien quiere verlo, aquí está el evento de su presentación en Madrid .

Es verdad que un monasterio no es un hotel, pero el silencio también en el exterior, ayuda. Y los tiempos, siendo siempre los mismos, son distintos. Y un trabajo de fotografía se hace de otra manera.

 

Precisamente eso es lo que buscamos en la asociación. Que nuestros participantes puedan relacionarse con lo que visitan de una manera sustancial, vital, serena. Que les interpele y recuerden la experiencia para siempre.

Este itinerario de José Luis concluirá en septiembre con una exposición sobre su experiencia y queremos también hacer una exposición de sus fotografías ya en el año 24.

     Naturaleza, arte y leyenda 

Por todo lo comentado arriba, los paseos de José Luis por el exterior también fueron especiales. Todo suyo. El Románico, el camino de la leyenda del monje Virila y el paisaje.

Lo intrépido del proyecto, la audacia de José Luis tienen premio. Lo tendrán a largo plazo, pero ya ahora, ha disfrutado y nos está haciendo disfrutar a todos de lo grande, de lo pequeño, de lo anecdótico y de lo trascendente. Una experiencia para recordar de por vida. Y ojalá que abra muchas puertas y muchos caminos. De momento, tenemos la suerte de trabajar en este proyecto mientras se anuncia el estreno del documental Libres, precisamente sobre la vida monástica y donde José Luis va a ver a muchos monjes a los que ya conoce en persona. ¿ Suerte? puede, pero sobre todo, es una recompensa por intrépido.

 

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Olmeda de las Fuentes, Lucie Geffré y nosotros

        Un pueblo especial y una amistad que perdura 

Sobre cómo conocí a Lucie Geffré, los hechos extraños que me llevaron hasta ella ( nunca nadie supo explicarme la razón por la que aquel video llegó a mi mail en un asunto que nada tenía que ver con esto) ya lo conté aquí 

 

Hemos seguido en contacto a través de estos años y ahora estamos otra vez con ella. Olmeda de las Fuentes es un pueblo especial. Parece un trocito de Andalucía llevado a la provincia de Madrid. Sus callecitas, su color blanco, me evocan aquella región. Tiene además la particularidad de haber tenido entre sus vecinos a muchos artistas y lo explica bien la web de su ayuntamiento en este  enlace sobre Pintores de la Olmeda 

Como no podía ser menos, Lucie también tiene su placa correspondiente explicando quién es. Podéis además visitar  su web .  Está también muy activa en Instagram , @luciegeffre_

Desde que la visité en su taller y paseamos juntas por Olmeda tuve la ilusión de volver algún día organizando una visita con Patrimonio para jóvenes. Pero a finales del año 17 e incluso durante el 18 sabía que la asociación todavía tenía que madurar . Era necesario que pasara el tiempo y que se nos conociera en distintas ciudades, por supuesto en Madrid y que tuviéramos gente allí para poder hacer esto. Y el tiempo ha pasado. Y pude contar con la ayuda de Clara Frago para organizar esta escapada a Olmeda de las Fuentes.

Jóvenes profesionales y con interés por conocer de primera mano a una artista y disfrutar del ambiente de su taller. Entre otros y además de Clara Frago estaba nuestra amiga Andrea Abril a quien conocimos en B The travel Brand, y el diseñador Tasio Ranz. Las fotos de esta entrada son de José Luis M Arce 

             En el taller de la artista

Entrar en el taller de un artista es como visitar un rincón del alma del artista en cuestión. Siempre me lo pareció. Todo rezuma creación y trabajo. A veces hasta me parece que flotan las ideas en el aire , hay algo especial que no se vive en una oficina por bonita que sea. Pintores, escultores, escritores, diseñadores nos dejan acercarnos a su manera de trabajar, de sentir la vida y verla cuando nos reciben allí donde plasman su obra.

Todo ello crea un ambiente en el que se facilita el diálogo, el encuentro, el pensamiento y por tanto se genera una retroalimentación creativa.

De la obra de Lucie, siempre he preferido los retratos y ella sabe bien que me fascinan. Esta visita primaveral a La Olmeda seguro que abre puertas a nuevas ideas, no solo volveremos a encontarnos sino que también organizaremos eventos de esos nuestros, tan llenos de cariño, de entusiasmo, de encuentros entre personas, de alegría ante la belleza que siempre es posible. Hasta en los momentos difíciles, o precisamente por ellos, siempre es posible y necesaria.

 

Hasta pronto querida Lucie, hasta pronto Olmeda de la Fuentes.