VICTORIANA. IN MEMORIAM.
Sobre la historia y la investigación en torno a Victoriana Arizaleta, Nerea Alejos publicó un artículo en Diario de Navarra el pasado 22 de Agosto.
Muchas veces salimos en busca de historias, de algo que ver, algo – y alguien – por conocer. Pero a veces sucede al contrario, son las historias las que salen a nuestro encuentro. Este año nos hemos encontrado con Victoriana Arizaleta. En su memoria, el yugo de una campana de párvulos en el campanario de la parroquia de San Román de Arellano. “En memoria de Victoriana Arizaleta” y una fecha, 1878. Y nada más. Una campana hoy sin uso. Pero una campana con historia y en esa historia una mujer, Victoriana.
Había que empezar a preguntar a la gente del pueblo, echar mano de archivos parroquiales, del archivo general de Navarra… y empezamos por suposición que parecía la mas evidente pero que resultó ser errónea; 1878 como año de la muerte de Victoriana. Pues no. 1878 es el año de su nacimiento.
También pensamos que sería una mujer de relevancia social, adinerada. No le hemos podido comprobar , lo que si sabemos es que su funeral fue austero, “ de segunda”. Eso no habla de pobreza sino de austeridad. Se evitaron los gastos de una celebración solemne trasladando coro, concelebrantes… con los gastos que conlleva. Hoy en día no obstante, no existe ya esa clasificación de funerales.
Alvaro de Goñi en Arellano y Marta Castaño en el Archivo diocesano de Pamplona comprobaron datos cronológicos. Gracias a los dos por su interés , cariño y por el tiempo que han empleado
En el Archivo General de Navarra no había nada sobre ella.
No pudimos encontrar su certificado de bautismo en Arellano. Algunos libros fueron objeto de expolio durante unas obras en la casa parroquial hace ya muchos años. Faltaban certificados hasta 1912. Había que buscar como se pudiera, pero había que buscar. El Registro Civil de Estella fue de gran ayuda.
Archivos y relatos familiares
Tras ponernos en contacto con nietos y sobrinos-nietos. Gracias a todo es, la historia es mas o menos así. Y si hay alguien que nos puede corregir, demostrar nuestro error, o aportar mas datos, estaremos encantados de escuchar.
Victoriana Arizaleta nació en Arellano en 1878. Lo sabemos por la fecha de su boda, que tuvo lugar en Estella en 1901, cuando tenía 23 años. Hija de Pascasia y de Antonio también de Arellano, su marido fue Justo Veintemillas, de profesión barbero y de Salinas de Oro. Según cuenta una de sus nietas, Justo estuvo en la guerra de Cuba.
No sabemos como llegaron a conocerse, si Justo fue a Arellano a trabajar, o si Victoriana se desplazó con su familia en algún momento a Salinas .
Victoriana era comadrona y durante algunos años vivió con su marido en Acedo.
Quesos caseros y encajes de bolillos
De Victoriana nos cuenta su nieta Sagrario: “Yo ya la conocí muy mayor pero mi madre me contaba que hacía quesos para el consumo de la familia , labores de todo tipo, le gustaba el encaje de bolillos y yo recuerdo ver en su casa el “mundillo” esa especie de almohadilla donde se sujeta el dibujo sobre el que se trabaja el encaje. Era muy devota del Corazón de Jesús y como comadrona me cuentan que tuvo fama de ayudar mucho a las mujeres gitanas que daban a luz por aquellos pueblos».
Esa devoción al Corazón de Jesús y al Corazón de María, la comprobamos gracias a Alvaro Goñi en Arellano donde descubrimos un corazón de la Virgen, en memoria de Pascasia Azcona, madre de Victoriana.
Hijos de Victoriana y Justo fueron entre otros, Santiago, Sargento de infantería y Caballero mutilado de guerra. Según cuentan los ancianos de Arellano, Santiago fue alcalde de esta localidad muchos años. Y soltero. Murió hace 26 años en Estella. Todo esto nos hacía suponer que fue el, Santiago, quien dedicó el yugo de la campana a su madre. Ella, viuda desde 1943, vivió junto a su hijo hasta la muerte en 1960. La campana no parece restaurada, el yugo es mas nuevo. Al preguntar a su nieta sobre este yugo, nos dice que fue la propia Victoriana quien sufragó ese gasto.
La consulta a un experto en campanas
Cuando consultamos con don Isidoro Ursua , un experto en Historia de Navarra y en campanas, nos dijo que era excepcional una inscripción como esta en memoria de Victoriana. El nombre de una mujer, y en el yugo.
Según explicó don Isidoro, las inscripciones aparecían en la campana, no en el yugo. Quedaban escritos el nombre del párroco del momento y “ los padrinos “ de la campana
En los libros de fábrica de Arellano no hemos encontrado nada sobre la compra, fundición o restauración de esta campana o de su yugo. Quizás pudo ser encargado en otro lugar. Otro asunto abierto. Y eso que Alvaro buscó y buscó… y encontró cosas bien curiosas sobre los campaneros
Y es que los libros de fábrica son una verdadera gozada… un retazo de historia,
Una campana que debería volver a sonar
Victoriana, una mujer del mundo rural. Para la época, llama la atención la movilidad: Salinas de oro, Estella, Acedo… hoy son recorridos muy fáciles, pero hay que pensar en una época en que no había coches ni las vías de comunicación son las de hoy.
Atención de partos, de su casa… testigo de vida y de muerte, de años de escasez de guerra y de posguerra. Mujer fuerte que acompañó a sus hijos , persona que quiso dejar su recuerdo discreto, en una pequeña campana, la campana de párvulos, una campana hoy en desuso, por su aviso, y porque no está mecanizada. Quizás habría que tocarla al menos una vez al año en memoria de todas las mujeres rurales que tanto trabajaron, sufrieron y construyeron en el anonimato y en silencio.
Aquí queda el homenaje de Patrimonio para jóvenes para ellas. En memoria de todas las Victorianas de Navarra y del mundo entero.