LOS JÓVENES, NUESTRA RAZÓN DE SER.
Siempre que proponemos un evento a cualquier entidad, es habitual la reticencia
¿ Para esas edades? Pero si no quieren venir, si no les interesa. Pues si, para esas edades, y porque no quieren ir. Y los que quieren, abrumados a veces por el grupo, se retiran . Y en la asociación la pregunta es : ¿ Por qué no quieren? ¿ qué pasa con el sistema educativo? ¿ Les privamos de la creatividad y del gusto de contemplar en función de una supuesta eficiencia?
A este respecto recomiendo a padres y educadores el libro de Nuccio Ordine “ La utilidad de lo inútil “.
Y tras las preguntas, hay que ponerse en acción , lanzar el mensaje y adecuar el formato al público. Y siempre, siempre nos ocupamos de ellos.
No es discriminar a los adultos. Los museos saben de sobra que a partir de los 50 hay un público fiel. Fiel en los museos pequeños y en los grandes. Lo mismo da el Gustavo de Maeztu que el Museo del Prado.
Aquí les veis. Ellos son nuestro tesoro porque son el futuro inmediato.
Cómo surgió “Siente el Museo”
Durante algo mas de un año, el Museo Gustavo de Maeztu permaneció cerrado debido a la instalación de un ascensor. Un ascensor absolutamente necesario para eliminar barreras arquitectónicas. Una obra compleja en un edificio como el que alberga este museo.
Con motivo de su reapertura, Camino Paredes, su directora , pidió a Patrimonio para jóvenes la presentación de varias propuestas de eventos en el museo.
Uno de ellos fue “ Siente el Museo” en la idea de los museos accesibles. Esta vez, pensando también, y sobre todo, en los invidentes. Se trataba de ver cuatro obras, con una explicación breve, pero con los objetos de los cuadros en mesa : Porcelanas, maderas, bisutería, tocados, tejidos.
También con esencias que evocaran las escenas de las pinturas pero eso lo vemos luego.
Y por supuesto, el oído. Primero con la magnífica explicación de Iñaki Rifaterra y luego con la ayuda de los músicos. Flamenco y Jazz para ambientar “ En la Dehesa” “La copla Andaluza” . En el caso del Jazz “ Pareja del Ciro’s Club e “ Evening party” .
La idea gustó, nos pusimos manos a la obra y por supuesto lo comunicamos a la Delegación Territorial de la ONCE en Navarra.
Para todos los que vemos, suponía también una oportunidad para comprender cómo podemos acercar la pintura a los invidentes . ¿ Hemos pensado esto alguna vez?
Una ayuda excepcional : Iñaki Rifaterra y Puy Portillo
Iñaki es guía en el Museo Gustavo de Maeztu y le conocí durante la navidad mientras dirigía los talleres infantiles en Euskera. Su saber hacer, disponibilidad, conocimiento y su sonrisa inspiran confianza desde el primer minuto. Estábamos en buenas manos.
Iñaki es además artista, litógrafo y os sugiero estar atentos a sus iniciativas en Estella.
Puy Portillo , encargada de la comunicación del museo, ha hecho una extraordinaria labor y a lo largo de estos meses ha sido una ayuda grande y eficaz en la difusión del evento.
Los músicos
Como artistas comprendieron que el programa iba a tener que adaptarse al público. El éxito iba a estar condicionado por la versatilidad y la capacidad de improvisar según lo que ocurriera en sala.
Tanto Bruno y Lorena como Iñaki Rodríguez, Luisa Brito y Ramón García ambientaron de manera excepcional a la vez que lúdica las cuatro obras que nos ocupaban.
La pena es que por cuestión de espacio, el grupo de Jazz posa ante una obra de la que , en este momento, no nos ocupábamos : “Los novios de Vozmediano” Se ve que estamos vinculados a ellos y no se separan de nosotros. ¿ Os acordáis? Para ver mas pinchad aquí
Y Mientras tanto… los olores
La música arrancó mientras se presentaban dos esencias : Chanel n 5 con un fondo de Jazz , “ WonderWood” agua de perfume de madera sándalo y cedro.
Las fragancias de flores y ámbar abrieron el turno flamenco.
La sorpresa : Gazkaló y los niños del barrio de la Merced
Si alguien desató la magia, fueron ellos. Cantaron, bailaron, con un sentimiento, una gracia y un corazón que emocionaba. Gracias a Ricardo Hernández Jiménez y a Sonia Trinchete por vuestra colaboración y hacer esto posible.
Cuatro meses para hora y media de evento
Qué hacemos, viajar con los músicos, presentar a unos y a otros en el museo, buscar las ramas de poda, la leña, los mantones , los tejidos, diseñar el cartel, subir , bajar, ir y volver… Ha merecido la pena muchísimo.
Cada vez mas convencida. Para que un evento fluya y sea algo ligero y fácil hay que trabajarlo a conciencia, al detalle, sin escatimar horas ni cariño.
Y los jóvenes pueden por edad, no llegar a captar algunas cuestiones en las obras de arte, pero son maestros a la hora de distinguir si quien les recibe y atiende lo hace de corazón . Y de cariño, el Museo Gustavo de Maeztu, rebosa.