Se cumple un año del confinamiento. Ahora ya podemos salir de casa pero aun así las restricciones siguen siendo severas. Entre otras cosas, hay un cierre perimetral de Comunidades Autónomas.
Se impone además la prudencia. En Patrimonio para jóvenes llevamos meses haciendo trayectos muy cortos, evitando compartir coche y cuando hay que hacerlo, con mascarillas, ventanas bajadas y lo dicho, poco rato. Por eso nos movemos muy cerca de Pamplona. Pero estas circunstancias hay que convertirlas también en una oportunidad. Conocer lo que nos rodea con mas detalle, con mas tiempo, con mayor atención , en definitiva, vivimos la experiencia de la contemplación.
Contemplar lo cercano es el estribillo del blog en este 2021
Se pueden hacer pocas cosas, pero hay que hacerlas.
Ororbia un lugar muy querido para nosotros
Ororbia es la capital de la Cendea. Paisaje, bonitas casas , un lavadero restaurado con cuya imagen abro esta entrada y el gran retablo de la iglesia de San Julián. En torno a ese retablo hicimos un evento sobre moda e indumentaria con Consuelo Sanz de Bremond. Se puede leer aquí.
También visitaron este lugar nuestros amigos de Pastrana, tras el intercambio que hicimos entre navarros y alcarreños . Para recordar, seguir leyendo en este enlace.
Gracias a nuestra amiga Inés, y al párroco Don José María, pudimos contemplar de nuevo y con nuevos amigos, el retablo . Dato curioso, repetido y cuanto mas repetido, resulta mas preocupante; la mayoría de los presentes habían pasado por Ororbia, muchos en bici, pero ni conocían la existencia de esta obra de arte. Entre los presentes, algunos profesores, profesores navarros, no recién llegados de América ¿eh?
Como siempre, invité a todos a que llevaran prismáticos. Observar un retablo al detalle siempre genera sorpresa. Luego, las historias, la vida del santo, algunos detalles de indumentaria, de vida cotidiana del siglo XVI, escenas de la infancia de Jesús, etc.
Un artículo de María Josefa Tarifa Castilla, de la Universidad de Zaragoza, sobre el retablo de San Julián de Ororbia, se puede leer en este enlace
Nos dirigimos después al lavadero.
Un estudio sobre los lavaderos de la cuenca de Pamplona , que se encuentra disponible en PDF, se titula “Lavaderos en la Cuenca de Pamplona” por Inmaculada Avila Ojer en Cuadernos de etnología y etnografía de Navarra”
IBERO. Un descubrimiento.
Se ha puesto de moda por la extensión del parque fluvial con un tramo precioso que llega hasta aquí desde Arazuri. Las pasarelas de madera, lo precioso del paisaje, las ganas de pasear que todos tenemos han hecho que los iberotarras se sientan algo invadidos en las últimas semanas. Y nos cuentan con cierto recelo que no todo el mundo que llega se porta bien. Efectivamente, al final de nuestra visita comprobamos como una señora del pueblo se dirigía disgustada y enfadada a una familia. Se encaraba – con razón- a los padres de unos niños que le habían pateado y estropeado la puerta de madera de su casa. Falta de respeto, falta de educación. Qué pena.
La importancia del patrimonio vivido.
Vivir y sentir el patrimonio. Esa es la oportunidad que nos brindó a nosotros Ibero y fue una maravilla la atención que recibimos de María Jesús Tina Ruíz. Con qué pasión nos contó cosas de su abuelo, del bisabuelo, de cómo trabajaban la madera, de sus recuerdos de la parroquia… fue un regalo.
Además tuvo la amabilidad de ir con nosotros hasta el cementerio. Qué paseo, qué conversación. Una de las cosas que nos preguntamos todos es ¿ qué va a pasar cuando señoras como María Jesús ya no estén?¿ Quién custodia y guarda sus recuerdos?
Nos contó que tuvo un hermano remontista. De hecho, visitamos con ella la tumba. Una tumba preciosa con nos dijo María Jesús, los dos amores en vida de su hermano : el remonte y la agricultura. Sobre el remontista Jesús Tina encontré una reseña en Deia, para quien quiera leerla este es el enlace.
Esta es la sepultura de Jesús Tina y desde aquí el recuerdo y el homenaje de todo el grupo de Patrimonio para jóvenes
Pleno campo para poder comer separados, con todas las medidas de seguridad que las circunstancias requieren.Nuestro camino continuó en medio de un paisaje que ya anunciaba la primavera, y vimos también un puente con mucha historia. Animaros a dar un paseo por ahí y a leer los carteles. Hay que crear curiosidad, ¿no?
Un descanso tras haber visitado la iglesia, el frotón y luego de camino a otro lavadero. Mas pequeño que el de Ororbia, se encuentra sin embargo en un paraje excepcional.
Tiene un cartel con información : data de 1924 y fue restaurado en “ Auzolan” (trabajo vecinal) en 2004. Esos trabajos en comunidad para preservar el patrimonio son muy meritorios y bien merecen dar las gracias, la enhorabuena y por supuesto cuidar y proteger lo que con tanto esmero nos ofrecen para nuestro disfrute y aprendizaje.
Nos quedan mas rincones por descubrir, gentes a las que saludar y agradecer sus atenciones. Empezamos nuestro caminar por la Cendea de Olza en Asiain. El relato está aquí junto a otra visita de invierno. Seguir en este enlace Son tiempos para contemplar. Para sentir el regalo de lo cercano, de su historia y sus gentes.