El Museo Diocesano de Jaca, parte de nuestra historia en educación patrimonial
Patrimonio para jóvenes echó a andar allá por mayo del 2012 y a lo largo del 13 del 14… acudimos muchas veces a Jaca. Creamos además el premio Museo Diocesano de Jaca por el que regalábamos unas entradas para uno de nuestros asociados y sus familias y/o amigos. El premio se concedía como distinción por alguna labor realizada en Patrimonio para jóvenes . ¿ Os acordáis de Jonathan Vilches en el 2015 ? Muy posiblemente ya no, pero podéis verle y recordarle aquí
Ángela Chaverri fue la primera en tener este premio en el 2013 por haber encontrado vestigios de estética barroca en un anuncio del momento. Desgraciadamente, se ha perdido ese trabajo o yo no consigo encontrarlo.
Al menos, he podido recuperar la imagen del premio de una jovencísima María Odériz por su recorrido por el mudéjar en Teruel con su hermano y primos. Tenía 14 años cuando «capitaneó» un paseo que nos hizo sonreír a todos.
Han pasado los años. En el 20 estuvo previsto un precioso taller sobre los ojos del románico con una sesión sobre maquillaje con Arturo Nuez y Ana Cuadrado de Bobbi Brown. La pandemia se llevó el proyecto por delante. Aquí podéis leer el post en el que todavía ni sospechábamos que íbamos a estar todos en casa. Eventos de Marzo del 2020
Gracias a Dios todo aquello pasó y aunque de distinta forma hemos retomado. Y lo hemos hecho quizás de la manera mas necesaria ahora mismo. Incorporando a los más peques , nuevas generaciones, como se puede ver con la foto que abre este post.
Breve, concisa y para hacer pensar
Algo que planteo siempre a los niños, pero también a los no tan niños es qué hacen cuando son invitados a un restaurante. Creo que el ejemplo lo he dejado escrito por aquí en otras ocasiones. ¿ Os coméis toda la carta? y cuando vamos a un museo ¿ de verdad que podemos visitar TODO el museo? y siempre les invito, muchas veces para su sorpresa, a ver poco, a elegir en la medida de lo posible qué quieren ver antes de entrar, y a marcharse pronto, antes de que sientan que empiezan a aburrirse o a cansarse.
Así y previa conversación con la directora del MDJ, Belén Luque Herrán , hicimos lo siguiente.
Al entrar pensamos qué era lo más importante en un museo. La entrada dijeron algunos. Y no estaba mal dicho, si no se puede entrar ¿ qué hacemos? Les expliqué que lo más importante son las personas. Todo el personal que trabaja conservadores, personal de taquilla, de limpieza… todos. Sin ellos el lugar no está a punto para ser visitado. Las piezas de la colección no pueden estar cuidadas.
Belén añadió algo importante. Y hablando de las personas, sois fundamentales los visitantes. Sin vosotros, el museo está triste. Y recordó cómo vivieron aquellas horas de trabajo intensas sí, porque no había público y podían hacer otras labores, pero tristes. Tristes porque faltaba quien da vida al museo y al patrimonio . A propósito de esto, aquí va el recuerdo de un video de Clara Frago : «El patrimonio tiene vida, cuando lo visitas»
Muchas veces he vuelto a traer a las entradas del blog ese video. Es poético y es muy expresivo.
La visita se centró en la Sala Bagüés y en las pinturas del refectorio. ¿Qué vemos , qué identificamos, qué nos gusta? Vimos también el video sobre la historia de estas pinturas y su traslado al MDJ .
Aquí van algunas imágenes que dejan entrever la calidez y sosiego que transmite a todos este lugar.
Como anécdota os puedo contar que en un momento dado los niños se pusieron a pintar en unas mesas habilitadas para ellos y no había manera de moverlos. Habían conectado con el espacio.
Esta visita os la recomiendo vivamente a todos los que todavía no conocéis este museo. No tiene nada que ver además ver este video aquí con lo que supone verlo en sala.
Tras esta breve visita, nos fuimos a Santa Cruz de la Serós
Un pueblo de ensueño con arquitectura, paisaje, historia y arte. En todas las épocas es especial pero me atrae especialmente en invierno. Los colores, el olor de la leña que arde en las chimeneas de las casas… es como sentirse en una película. Allí algunos subieron por el monte a comer un bocadillo y otros nos quedamos en el «Espantabrujas» y tuvimos una agradable tertulia. Ahí estaban universitarias, profesionales y los recién llegados mas peques con sus padres.
Suele pasar que tras ver las entradas en el blog o las fotos en nuestras redes sociales, hay quien piensa «tenía que haber ido». Bueno, pues sí hay que vencer esa pereza sobre todo mental para salir de las rutinas, para estar en disposición de conocer a gente nueva, y dejar atrás los «cansancios» y los «estoy muy liado/a» . Sea como sea, ahí está el MDJ, no dejéis de visitarlo en este 2023.