APROVECHAR TODOS LOS MOMENTOS
Una tarde de invierno, mes de Enero, frío frío… Parece que no era el momento idóneo para paseos por Pamplona. Hubo que preguntar quien no tenía clase por la tarde, o quien trabajaba solo de mañana. Hacer una salida en un día de diario no es tarea fácil, nada fácil, para la gente de Patrimonio para jóvenes.
Pero lugares tan interesantes como el Archivo Municipal de Pamplona, solo se pueden visitar entre semana. Y había que hacer lo que se pudiera. Además, y por añadidura, nos diezmó la gripe. El grupo inicial era de ocho y ya veis los que estamos en la foto…
Y dicho sea de paso, aquella misma tarde, caí yo. Al volver a casa tenía nada menos que 38, 5 de fiebre.
Un edificio que pasa desapercibido
En una pequeña calle trasera al ayuntamiento y su famoso edificio ( el “chupinazo «sanferminero le hace mundialmente famoso ) cerca de otro lugar emblemático como la cuesta de Santo Domingo.. con vistas al imponente Archivo General de Navarra… ninguno de los que vino a la visita sabía que allí se encontraba el archivo municipal, y muchas de sus sorpresas. ¡Qué interesante! decían. Ana Hueso nos contó la historia del edificio, sus usos y sus mecenas. Y para quien quiera leer sobre ello con detenimiento, hay un pdf disponible titulado «Historia constructiva del Seminario de San Juan Bautista de Pamplona»
Recibidos como reyes
La ventaja que tuvimos al ser tan poquitos es que estuvimos como en casa. Ana Hueso, nos recibió con toda cordialidad y entusiasmo y nos contó la historia de ese archivo, la historia del edificio, anécdotas… y hasta nos dio caramelos. Nos cuidó con cuidados de madre. Entre los visitantes, estaban Camila de Ecuador y Elena de Rumanía y estaban asombradas de estar descubriendo aspectos nuevos de la historia de la ciudad, un rincón que desconocían, Pasillos de documentos que ni imaginaban. Bueno, no nos los imaginábamos ninguno..
Conservar, almacenar, preservar, difundir…
Si el armario del despacho donde fuimos recibidos nos llamó la atención, muy muy curioso nos resultó conocer de primera mano, el problema del espacio para guardar documentos, cómo se cuidan pergaminos, y las bolsitas especialmente confeccionadas para preservar los sellos que van unidos a esos pergaminos. Toda una labor de artesanía, minuciosidad y paciencia. Algo que requiere ser profesional y entusiasta a la vez.
Pasillos de historia
Entrar en lugares así ayuda a pensar y valorar el mérito y el trabajo minucioso de todos quienes nos han precedido y han tenido el desvelo de dejarnos todos estos legados , parte de nuestra historia, de nuestra identidad, de lo que nos ayuda a comprendernos mejor.
Tener cerca las partituras de Sarasate era como si nos metíamos en la máquina del tiempo y vivíamos otras experiencias. Hoy que escribimos en pantallas, nos descargamos pdfs o accedemos a enlaces en internet a golpe de click… Nos cuesta mucho pensar en esa producción de documentos, a mano, en papel, documentos que pesan, que ocupan espacio, y que sí se pueden digitalizar, pero su origen tenía peso y puño y letra.
Y qué decir de las fotos… de esas fotos tan lejanas al concepto Instagram, al móvil, aquellas que costaba tanto hacer, revelar… y hoy hay que conservar con tantos cuidados…
Una escalera para David
David fue el chico de la tarde. Tengo que decir que David Rodríguez es una de las joyitas de patrimonio para jóvenes, de aquellos que empezaron a asistir a las actividades en los albores del proyecto. Y él , era de los peques. Hoy forma parte de ese grupo que está creciendo a la vez que el proyecto. Y eso es muy grande.
Le encantó la escalera, y le dijimos, pues ná,,, arriba… y aquí está tan feliz.
Una tarde de invierno, un grupo diezmado por la gripe, una pequeña gran visita. Patrimonio para jóvenes en esencia. Viviendo experiencias. Creando lazos,, generando recuerdos y agradecimientos.